sábado, 27 de junio de 2015

Cada uno crecerá a su ritmo

 Había una vez un Maestro  que siempre permitía que cada cual creciera a su propio ritmo,  nunca pretendía  “presionar” a nadie. Y él mismo lo explicaba con la siguiente parábola.
Mariposa recien salida
Una vez, al observar un hombre como una mariposa
luchaba por salir de su capullo, con demasiada lentitud
para su gusto, trató de ayudarla soplando delicadamente.
Y en efecto, el calor de su aliento sirvió para acelerar el proceso.
Pero lo que salió del capullo no fue una mariposa,
sino una criatura con las alas destrozadas.
Cuando se trata de crecer, concluyó el Maestro, no se puede acelerar el proceso, porque lo único que puede conseguirse es abortarlo.

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